domingo, 2 de noviembre de 2008

MALDAD. CAOS. GOTELÉ




Érase una vez un gilipollas con una increíble capacidad para ocupar sus noches mirando una pared. No es que fuese al cine al final de cada día, sino que le resultaba difícil pillar el sueño, y la vista se le iba siempre hacia lo que tenía más cerca. Hay gente que lo llama insomnio, pero él prefería que lo llamasen al móvil.

Un buen día decidió hacer algo útil con ese tiempo tan valioso que perdía memorizando la combinación del gotelé. Es una pena que en vez de eso acabase creando un blog y escribiendo en él las más dispares tonterías y gilichuflas. ¿Demasiado tiempo libre? Pasen y juzguen ustedes mismos...

2 comentarios:

CállateTú dijo...

Las paredes gotelé son lo máximo para la gente que, como tú, tiene tanto tiempo libre.

Eco dijo...

Ahora puedes dedicar tus noches a hacer algo más interesante que memorizar la combinación del gotelé.