- El otro día pisé una mierda enorme. Cuando fui a sacar la pierna, se me hundió más en la mierda. Para sacarla, cogí un palo e hice palanca. La pierna se me hundió todavía más, junto con el palo. Ahora estoy de mierda hasta los sobacos.
- Bueno, pero esa mierda... la pisarías sin querer, ¿no?
sábado, 20 de febrero de 2010
Oh shit...
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